Lerdo
El municipio toma su nombre del ilustre liberal mexicano Don Miguel Lerdo de Tejada, según el acta expedida el 8 de septiembre de 1864 por el Lic. Benito Juárez, la cual eleva a villa esta localidad.
Cuando la misión evangelizadora de 1598 que encabezó el misionero jesuita Juan Agustín de Espinoza, acompañado por el capitán Antonio Marín Zapata, llegó a las riberas del río Nazas, allí se dio el primer asentamiento español en la región lagunera, lugar que más tarde sería Ciudad Lerdo.
Este primer asentamiento español se convirtió en 1799 en el rancho San Fernando, y más tarde, en 1864, fue ascendido a villa por el presidente Benito Juárez García, quien en su paso de huida de los franceses, atendió la petición de los habitantes y nombró oficialmente al lugar como Villa Lerdo de Tejada, en honor al hermano del ilustre liberal político y compañero de su viaje, don Sebastián Lerdo de Tejada.
Visitar la ciudad de Lerdo siempre resulta un deleite, pues sus plazas, jardines y paseos, ofrecen tranquilidad y una gran belleza, gracias a la rica y variada vegetación que posee. Además, deleitarse con sus hermosos kioscos porfirianos, caminar por sus angostas calles y disfrutar de su singular arquitectura, es una experiencia única para los sentidos.
En este recorrido por el centro de la ciudad, frente a la plaza principal, se puede contemplar el gran conjunto arquitectónico del Palacio Municipal, y a sus lados, la hermosa torre morisca del reloj público, así como la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, de rico estilo neogótico.
Solo en Lerdo podemos admirar la arquitectura de los chalets, majestuosas casonas con aire europeo, tal como lo es el chalet De los Ríos, edificado con estilo románico que se ubica en la avenida Matamoros; así como el Chalet Tarín, monumento de la ciudad, de gran belleza arquitectónica y que sobresale en la calle Guerrero, en su esquina con avenida Coronado.
Está además el Chalet Gorosave, hoy convertido en el Museo Histórico de la Ciudad, el cual es una hermosa edificación construida en 1903, ubicada sobre avenida Madero y calle Rayón, cuya arquitectura combina el estilo romano, francés y austrohúngaro.




























A la salida de Gómez Palacio encontramos el importante Museo de la Aviación, dedicado al gran Francisco Sarabia, piloto originario de esta ciudad y precursor de los vuelos de larga distancia, quien, en 1939 hizo historia al hacer el vuelo sin escalas Ciudad de México-Nueva York. En este museo se exhibe el avión restaurado donde, lamentablemente, perdió la vida el insigne aviador.
Rumbo al poniente de la ciudad se encuentra la colonia San Isidro, lugar histórico por ser el sitio donde llegaron presos los próceres de la patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez.
No podemos dejar de visitar la histórica ex hacienda de San Fernando, lugar donde nace Ciudad Lerdo. Construida en 1848 por orden de Juan Nepomuceno Flores, esta ex hacienda de hermosa arquitectura, es parte del listado de Monumentos Históricos del INAH.
Al salir de la ciudad encontramos muchos parajes para el descanso y la recreación, como el del Parque Nacional Raymundo, ubicado en la ribera del río Nazas.
Por la carretera a Durango, está la ex hacienda de San José de la Goma, así como el Templo de la Virgen del Refugio, y más adelante, se ubica la imponente hacienda de la Loma, finca estilo colonial mexicano, erigida en 1798 por el español José Zambrano. Por esta misma ruta, a 52 kilómetros de la ciudad, encontramos la importante presa Francisco Zarco, la cual controla las aguas del río Nazas.
Para los admiradores de la belleza natural, nada como caminar por el Cañón de Fernández y las increíbles Grutas del Rosario.