Durango
Fundada el 8 de julio de 1563, originalmente la capital del estado solo fue llamada Durango, tal como la provincia española de Vizcaya, lugar del que era ori- ginario el capitán Francisco de Ibarra, el explorador y conquistador que la fundó. Posteriormente, en 1826, recibió el nombre oficial de Victoria de Durango, en honor al Gral. Guadalupe Victoria, primer presidente de México, originario del municipio de Tamazula, Durango.
Durango, palabra de origen euskera y cuyo significado etimológico es “más allá del agua”, se fundó primero como una villa luego de que el capital Ginés Vázquez del Mercado, hiciera el hallazgo de un rico yacimiento de hierro en el cerro que actualmente lleva su nombre.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Centro Histórico de la ciudad, cuyo primer trazado lo realizó Alonso de Pacheco, contiene la mayor cantidad de inmuebles históricos catalogados en el norte del país, además de formar parte del conjunto de ciudades y poblados que componen el “Camino Real de Tierra Adentro”, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, en 2010.
Su oferta turística es amplia: el Centro Histórico, el Corredor Constitución, el Teleférico, el Mirador del cerro de Los Remedios, el Museo-Túnel de Minería, el Paseo de las Alamedas, el Museo de Villa, el Museo de la Ciudad, el Ojo de Agua del Obispo.
Entre los edificios se destacan: su Catedral Basílica Menor de la Inmaculada Concepción (siglo XVIII); el Teatro Victoria (1800); el ex-internado Juana Villalobos (1911); Museo Regional de Durango, cuyo edificio se conoce como “El Aguacate” (siglo XIX); Antiguo Colegio de la Compañía de Jesús, hoy actual Edificio Central de la UJED (siglo XVII); el Palacio de Zambrano, hoy Museo Francisco Villa (siglo XVIII); Casa de Gobierno (siglo XIX); Palacio del Conde del Valle de Súchil, actual Casa de Cultura Banamex (siglo XVIII); Teatro Ricardo Castro (1924); así como el Palacio Escárzaga (siglo XVIII).






























Esencial la presencia espiritual hecha tangible en el Templo de San Juan Bautista de Analco (cuya construcción inició en 1778 y concluyó en la primera mitad del siglo XIV, mientras que los trabajos de cantería se realizaron en 1906); el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (1653); Templo de Santa Ana y la Sagrada Familia (terminada a inicios del siglo XIX); Templo de Nuestra Señora de Los Ángeles (1847); Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús (construido entre el 1891 y 1948); y el Santuario de San Agustín (construido en 1631 y reconstruido en el siglo XIX).
A pocos minutos fuera de la ciudad se encuentran: El set cinematográfico de Chupaderos, ubicado a 15 kilómetros de la capital; el parque temático Paseo del Viejo Oeste; paseo El Pueblito; la presa Peña del Águila y de Garabitos, además de la presa Santiago Bayacora.
La historia de la región también está en la Hacienda Ferrería de las Flores y Parque Fundidora, que es el segundo Alto Horno más antiguo en Latinoamérica, donde se fundía el mineral extraído del Cerro del Mercado, durante el siglo XIX.
Además, para los amantes de la naturaleza, el municipio posee una gran extensión de sierra para el disfrute del ecoturismo.