Canelas
El nombre del municipio se debe al apellido del capitán portugués, Mateo Canelas, quien, en el año de 1601, fundó la cabecera municipal.
Según las leyendas, tradiciones y escritos, el municipio de Canelas remonta sus orígenes a la presencia, permanencia y posesión de estas tierras de la tribu de los Acaxees, los cuales, en la segunda mitad del año 1500, conocieron a los conquistadores españoles, quienes los dominaron y sometieron, obligándolos a servir como bestias de carga y de trabajo, en el naciente mineral de Topia.
Precisamente fue en el año de 1600, durante la insurrección de los aborígenes, que surge en la escena violenta el Capitán Mateo Canelas, cuya relevancia militar tomó notoriedad los primeros años del siglo, durante la conquista de la Sierra de Topia, lo que derivó en que hoy el municipio lleve su nombre.
Canelas es quizás, uno de los pocos municipios en el estado que conserva su fisonomía y rasgos originales desde los tiempos de la colonia. En su cabecera municipal, existe un añejo "árbol de la india", que se encuentra enraizado en uno de los costados de la plaza Victoria, el cual extiende sus innumerables ramas, creando un diámetro de extenso verdor.














Cerca de ahí, se encuentra la parroquia central de San José, la cual se bendijo e inició sus actividades religiosas en el año de 1763, por el Dr. Don Bartolomé José de Rojas, quien recibió la autorización de Don Pedro Tamarón y Romeral, Obispo de Durango, quedando como Capellán el Rvdo. Fray Tomás Herrera.
La parroquia de Canelas fue edificada a instancias del Exmo. Pedro Sánchez de López, y anexa a ella, se encuentra una bella torre edificada en cantera con base cuadrangular en su primer componente, y octangular en el segundo, la cual presenta dos cuerpos en los que alternan arcos de claro abierto y cerrado. En los arcos de claro abierto, lucen campanas de sonido cristalino agudo, mientras que el remate, es una cúspide en la cual se sustenta una cruz erguida sobre una bóveda.